Al hablar de Palabras, los escritos no se refieren a un número determinado de éstas, siete en este caso; sino a las "frases" que nuestro Señor pronunció durante su calvario en la cruz.
- Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. (Lucas, 23: 34).
- Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso. (Lucas, 23: 43).
- Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo ahí tienes a tu madre. (Juan, 19: 26-27).
- ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? (Mateo, 27: 46)
- Tengo sed. (Juan, 19: 28).
- Todo está cumplido. (Juan, 19: 30).
- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. (Lucas, 23: 46).